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Insha’Allah

In šāʾ Allāh (إن شاء الله, lit. Si Alá/Dios quiere) es un término árabe para indicar la esperanza en que un acontecimiento, ya mencionado, ocurra en el futuro, si tal es la voluntad de Dios. Esta palabra a menudo es usada para indicar un deseo de hacer algo que se desea. Esto también proporciona la bendición de Dios sobre algo o alguien.

Pero también es el título de una película que presesenta la historia de Chloe, un joven médico canadiense que divide su tiempo entre Ramallah, donde trabaja con la Media Luna Roja, y Jerusalén, donde vive al lado de su amiga Ava, una soldado israelí. Cada vez más sensible al conflicto, Chloe va todos los días a través del puesto de control entre las dos ciudades para llegar al campamento de personas refugiadas, donde supervisa los embarazos de las jóvenes. A medida que se hace amigo de Rand, uno de sus pacientes, Chloe aprende más sobre la vida en los territorios ocupados y llega a pasar algún tiempo con la familia de Rand. Dividida entre las dos partes del conflicto, Chloe trata lo mejor que puede tender puentes entre sus amistades pero sufre por sus relaciones con ambos lados.

Después de su debut con Le ring, la cineasta Anais Barbeau-Lavalette vuelve con este nuevo drama. La conmovedora historia del encuentro de una joven con la guerra y su vida cotidiana. Un retrato intimista sobre las emociones del conflicto bélico, y su repercusión en la mentalidad de una persona que debe aprender a vivir con los dos extremos.

Se puede encontrar en el Centro de Recursos de ALBOAN

Ya está bien. Es demasiado…

La periodista y activista congoleña Caddy Adzuba no se cansa de denunciar las violaciones y asesinatos masivos de las mujeres en su país, el Congo, por lo ha sido amenazada de muerte  por los grupos rebeldes que cometen estos delitos. 

Esta periodista ha estado en diferentes ciudades españolas para seguir reclamando la acción de la comunidad internacional y decir que «ya está bien», que es suficiente.

Aunque no se sabe con certeza el número de mujeres que ha sufrido estos abusos, se considera que hay una planificación porque las cifras son absolutamente desorbitantes. La cuestión no es que sean violadas, sino que después de que esto ocurre quedan destruidas, se convierten en población inútil que no puede volver a su ocupación previa. Muchísimas de ellas han muerto a consecuencia de la violencia sexual. Entonces, ¿por qué no podemos hablar de genocidio contra las mujeres? Para Caddy Adzuba, encaja con la definición de derecho internacional sobre genocidio y le  gustaría que se hablara de feminicidio.

Este  feminicidio en la República Democrática del Congo es, posiblemente, uno de los más graves del mundo. Estamos hablando de cuatro mujeres violadas cada cinco minutos, 400.000 al año, durante los 17 años que dura ya el conflicto… ¿Cómo se explica tanta impunidad?

Se explica porque hay grandes potencias detrás de esta violencia, grandes intereses detrás de las violaciones. En el plano internacional no hay interés por la situación y los medios no se interesan por esta cuestión. Por eso no se ha encontrado una solución sostenible al conflicto. Sin embargo, vemos conflictos que son también cruentos, pero que no tienen la amplitud del conflicto del Congo, y que sí aparecen en los medios cada día.

Esta activista comenta que saben cómo se financian y de dónde vienen los fondos de muchos de los gobiernos. Muchas veces las multinacionales financian gobiernos. Detrás de la riqueza de muchos países está la riqueza de las multinacionales. Aunque estos países proclamen la defensa de los derechos humanos, a la vez están contribuyendo a su violación. Es pura apariencia. Los derechos humanos tienen que ser aplicados no solamente en terreno occidental, sino también en África.

Violencia contra las Mujeres como arma de Guerra

Los soldados del Ejercito de la República Democrática del Congo (RDC) violaron a finales de noviembre al menos a 97 mujeres y 33 algunas de ellas no superaban los 6 años, según ha denunciado en un informe Naciones Unidas.

El informe señala cómo después de que el M23 se hiciera con el control de la capital de la provincia de Kivu Norte, Goma, los soldados del Ejército de la RDC huyeron de forma desorganizada hacia Minova donde «cometieron violaciones en masa y otros actos de violencia sexual, así como ejecuciones masivas, malos tratos y saqueos sistemáticos».

Al conocer el informe, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pugnó por llevar ante la justicia a los responsables de los crímenes. “La gente de la República Democrática del Congo ha sufrido un nivel intolerable de violencia en los últimos años. La violencia sexual reportada en el informe es terrible tanto por su escala como por la manera sistemática en que se comete”, subrayó. 

Agregó que los recientes esfuerzos de las autoridades congolesas por investigar esas violaciones en Kivu del Norte y del Sur son un paso importante hacia un sistema de rendición de cuentas, pero advirtió que aún queda mucho que hacer para garantizar justicia a las víctimas y recuperar la confianza de la población civil en el sistema de justicia del país

El mes pasado, el Departamento de Defensa estadounidense condenó las violaciones en algunas zonas de Congo y aseguró que en el entrenamiento al que se sometió el Ejercito de la RPC se incluía la enseñanza del respeto a los Derechos Humanos y la prevención de la Violencia de Género.